Teoría de Mente y Comunicación / por :Miguel Higuera Cancino Licenciado en Fonoaudiología U. de Chile / Magister en Pedagogía Universitaria U.Mayor / Docente Universidad Mayor 2005.

Desde que Hobson en la década de los ochenta defendiera el papel central de las emociones en el desarrollo de las relaciones interpersonales como déficit central del autismo, se comenzó a crear todo un foco de reflexión y estudio acerca de las dificultades para comprender la emoción y lo que otros sienten o piensan.

Baron-Cohen, Leslie y Frith ( entre los años 1985 a 1999) han postulado una "teoría de mente" como factor central de la alteración de personas con autismo. Esta "teoría" se relaciona con la capacidad que tenemos los seres humanos de atribuir estados mentales en otras personas a la vez que en nosotros mismos. Estos estados implicarían además, los aspectos emocionales, intencionales e intensionales que son los aspectos básicos que se dan en toda interacción social y cuyo desconocimiento o mal manejo dificulta de modo extremo la comunicación y el desarrollo social.

Diversos estudios y autores han reflexionado acerca del tema (Mundy y Sigman, 1989; Yirmigya, Sigman, Kasari y Mundy,1992; Rivière y Martos,1996) concordando en que , desde el inicio de la interacción humana existe la posibilidad y necesidad de compartir estados emocionales y luego subjetivos, entre al menos 2 sujetos, a fin de asegurar la adaptación de la criatura al medio social, toda vez que éste es capaz de predecir sus reacciones y necesidades, para desarrollar todo un sistema consensuado de propósitos, intenciones y medios de conseguir lo que se desea.

En Chile, el concepto de Espacio de Relación ( Maturana 1992,1996, Higuera y Romero, 1999) también acepta que al origen de la consensualidad, se encuentra el intercambio de dinámicas corporales o emotivas. Por esta razón es posible coincidir con Moro y Rodríguez (1998) al proponer la interemotividad como el precursor necesario de la intersubjetividad. Es decir, los primeros significados compartidos, se refieren más bien a la capacidad de consensuar de algún modo las reacciones emocionales de quienes surgen en cada interacción social.


A partir de esto y siguiendo el desarrollo comunicativo, es posible observar como surge la intersubjetividad 1ª , como la capacidad de acceder e incorporar los significados de los gestos , acciones o palabras del otro ( saber que es el lápiz lo que se indica o nombra). La complejización de la sinteracciones, deviene en el desarrollo de la intersubjetividad 2ª, Que se refiere a la capacidad de asumir las intenciones del otro (por ejemplo, saber que lo que se quiere , al decir lápiz, es que le pasemos éste.).


Estos aspectos se relacionan con lo que en la filosofía de lenguaje se denomina intención ( lo que yo pretendo) e intensión(lo que asumo que el otro quiere).Por estos motivos, es imposible no comunicar, porque aunque nada se diga o haga, siempre es posible que otro infiera algo de nuestro comportamiento. De ahí que la comunicación se construya entre lo que yo digo y lo que el otro entiende.

Sin embargo, ¿ cómo pasamos de asumir el significado de una palabra, a asumir la intención que el otro tiene al decirnos alguna cosa?. Se ha visto que la población de autistas, los deficientes mentales y cirtas discapacidades de aprendizaje, presentan grandes dificultades para reconocer estados emocionales en otros, desarrollar estrategias de socialización, hacer amigos o iniciar relaciones sociales. Autistas de alto rendimiento son capaces incluso de presentar una teoría de mente en relación a la capacidad de reconocer estados mentales o afectivos en otros, pero mantienen gran dificultad para hacer y mantener amistades.


Se ha postulado la diferencia entre una teoría de mente "fría" y una "caliente". Esta diferenciación obedece a que es necesario representarse diferentes aspectos del otro. Lo "caliente" se refiere a los aspectos sensoriales y emotivos, de más temprano desarrollo, donde lo más alto que nos representamos no es un estado mental determinado, sino una persona , con rasgos psicológicos. En ésta área se encuentran las variables sensorio-corporales y gestuales significativas descritas en la emergencia de formatos de acción conjunta. De ahí la importancia de aspectos tales como mirada, referencia y acción conjuntas para el establecimiento de la intermotividad e intersubjetividad.


La teoría más "fría"se refiere a la posibilidad de elaborar metarrepresentaciones asociadas a la comprensión y discriminación de estados mentales o afectivos, pero desacopladas de corporal o afectivamente. Es decir, que algunos sujetos pueden "entender" o reconocer estados mentales, sin necesariamente sentir lo mismo o asumir las dimensiones corporales y afectivas de modo empático. Como Grandin afirmaba, se realiza un reconocimiento a modo de algoritmos de un programa computacional y se actúa, concientemente, en consecuencia.

Autores como Williams(1994) y Brothers y Ring (1992) han postulado la preeminencia de la teoría "caliente" para explicar los déficit sociales en poblaciones autistas, basándose en criterios evolutivos en relación al desarrollo comunicativo. El asunto estaría en que la tardanza e irregularidad en el desarrollo de la acción conjunta incapacita o dificulta la incorporación de las claves que acoplan los estados corporales y emocionales propios, con los de las demás personas. Más aún, dentro de la acción conjunta, es posible consensuar y dar un valor más afectivo a las dimensiones verbales y conceptuales, en la medida que tienen sentido (emotivo-corporal) y significado compartido.

De lo anterior podemos resumir lo siguiente:

    • Los seres humanos desarrollamos la capacidad de inferir y/o asumir estados mentales en otros, a modo de dinámicas corporales -afectivas compartidas que se complejizan hasta el nivel de conceptos y empatía.
    • Esta capacidad que puede denominarse teoría de la mente, tiene un aspecto más emocional (caliente) y otro más verbal y metarrepresentacional (frío). ·
    • Ambos se desarrollan de modo paralelo, dependiendo de factores de acción conjunta y desarrollo verbal y conceptual, para los aspectos caliente y frío, respectivamente.
    • La empatía parece estar más relacionada con las dinámicas de intercambio corporal (proxémica) y gestual, dentro de la acción conjunta rica y sostenida.

Si bien, estos desarrollo teórico-clínico están aún en ciernes, permiten estructurar nuevas formas de mirar la mente y la interacción humana, no sólo en autistas, sino también en otras poblaciones de trastornos del desarrollo. Por ejemplo, sería interesante averiguar qué pasa con la acción conjunta y la empatía en hiperactivos, en niños con trastorno de integración sensorial o en déficit atencionales. Otro tanto se necesita investigar en cuanto al surgimiento de la ínter subjetividad en ciegos y otras discapacidades.

Por último, es valorable el hecho de recuperar las dimensiones afectivas y corporales en el surgimiento de los estados mentales y afectivos, entendiéndolos como construcciones individuales y sociales históricas y complejas, con las necesarias implicancias al ser estudiadas en niños, toda vez que sus valoraciones, consensos e interpretaciones son muy diferentes a las que podríamos hacer desde una perspectiva histórica adulta.



BIBLIOGRAFÍA:
Baron-Cohen, S. (1989a). The autistic child's theory of mind: A case of specific developmental delay. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 30 (2), 285-297.
Baron-Cohen, S. (1991). The theory of mind deficit in autism: How specific is it? British Journal of Developmental Psychology, 9 , 301-314.
Baron-Cohen, S., Leslie, A. M., and Frith, U. (1985). Does the autistic child have a 'theory of mind'? Cognition, 21, 37-46.
Baron-Cohen, S., Leslie, A. M., and Frith, U. (1986). Mechanical, behavioural and intentional understanding of picture stories in autistic children. British Journal of Developmental Psychology, 4, 113-125.
Casacuberta, David: (2001): La mente humana.Ed Océano. España.
Grandin, T. (1992). An inside view of autism. In E. Schopler and G. B. Mesibov (Eds.), High-functioning individuals with autism (pp. 105-126). New York: Plenum Press.
Higuera ,M. Romero, J.C.(1999): Introducción al concepto de espacio de relación.Rev. Chilena de Fonoaudiología.año1,n.2 pp.65-80. Universidad de Chile.
Verity Bottroff: PROCESO COGNITIVO SOCIAL EN PERSONAS CON DESORDENES DEL ESPECTRO AUTISTA: UN DÉFICIT DE TEORÍA DE LA MENTE Original en inglés en: http://trainland.tripod.com/verity.htm

Traducción realizada por: María Soledad Finnemore

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